Un loco que se cree Batania


Cada vez que mi verso
se pone en los tacos de salida
siento una muchedumbre
de voces en la cabeza, siento a mis
bisabuelos y abuelos
muertos y analfabetos
mirando por encima de los hombros,
siento a mi padre, que aprendi贸 a golpes
la lengua castellana, siento a m谩s
de cien generaciones que me observan,
que me examinan
con la mirada dura de tanta hambre,
de tantos siglos mudos
que debieron pasar para que alguno
de sus hijos tomara la palabra,
la palabra desnuda,
la palabra incre铆ble, la palabra.

Por eso pido excusas
a todos los poetas,
pero no quiero escribir
como se hace ahora,
como si la palabra no sirviera.

No quiero escribir entre l铆neas
sino escribir las l铆neas solamente.

No quiero perseguir a la belleza
sino hallar palabras
que se dejen poner detonador.

No quiero escribir versos:
lo que quiero es llenarlos de caballos.

No quiero sugerir
sino morder con rabia,
con la rabia insaciada del que sufre
lo tarde que lleg贸 su primera vez.

Decir por qu茅 muri贸 la libertad.
Por qu茅 nos cancelaron la justicia.
Escribir
como si el poema
fuera a煤n importante,
y portarme yo mismo como un loco
que se cree Batania.